El Rey asegura en Berlín que España tiene los recursos para salir adelante

El Rey ha acudido a Berlín para garantizar con su presencia que las reformas anunciadas se llevarán a cabo y lograrán dejar atrás esta «severa crisis», sentando las bases para un nuevo crecimiento estable a medio plazo: «Lo conseguirá, al igual que lo ha logrado en otros momentos difíciles».

Don Juan Carlos ha asegurado ante el jefe del estado, Christian Wulff, y el Foro Hispano-Alemán, que España estaría comprometida en el cumplimiento de un programa de transformación económica que presentó como «ambicioso» y que ha figurado a lo largo del día en el fondo de los debates bilaterales. En el palacio presidencial de Bellevue, el Rey ha asegurado que «la sociedad española tiene la capacidad, los recursos y el dinamismo necesarios para superarla con éxito», con el auspicio del robusto entramado de relaciones económicas establecido con Alemania.

El Rey, que mantiene un gran prestigio en Alemania, recordó a los invitados al almuerzo presidencial que España dispone de una estructura de industria y servicios «muy diversificada», con infraestructuras modernas, empresas líderes y sectores estratégicos a escala mundial, a resultas de haber doblado el tamaño de su economía y ampliar su presencia exterior en las últimas dos décadas, como había explicado anteriormente la ministra de Ciencia e Investigación, Cristina Garmendia.

«Parte de la solución»

«España y Alemania están en el mismo barco», coinciden distintos expertos, pero «¿hacia dónde se dirige ese barco?» se pregunta Werner Weidenfeld, director del centro de estudios políticos (CAP) de la universidad de Munich. Sobre un refuerzo estratégico de la cooperación entre ambos países han expuesto su visión los ministros de Exteriores Guido Westerwelle y Trinidad Jiménez, al inaugurar en Berlín el VI Foro Hispano-Alemán, con especial acento en el euro e Iberoamérica.

El ministro liberal alemán pidió una Unión Europea económicamente más fuerte para lograr «una UE también políticamente más fuerte» y reconoció el formidable esfuerzo realizado por España para reequilibrar sus dispendios. A su turno, la ministra española ha celebrado que «Europa ha aprendido lecciones importantes para poder afrontar una estabilidad económica futura», ante un grupo de destacados políticos, empresarios y expertos académicos con intereses bilaterales.

Entre éstas recordó Jiménez el reforzamiento del euro como «destino común» de todos los europeos y de la solidaridad hacia quienes se han precipitado en situaciones difíciles. Quiso subrayar que España habría «dejado de ser percibida como un problema para la zona euro» y sería en cambio «ya parte de la solución». Pero también traía dos mensajes para Alemania: más solidaridad interna y «cuidado con exigir medidas que causen un dolor tan excesivo que afecte al crecimiento de nuestras economías».

Jiménez se preguntó cómo se habría podido «gestionar esta crisis, si hubiera habido que afrontarla de manera individual» pero aseguró que tras emprender finalmente las postergadas reformas, «España ya es parte de la solución, como un socio de primer nivel» y tanto ésta como la UE «saldrán reforzadas de esta crisis». Por parte alemana Hans Pöttering no tuvo inconveniente en admitir que «Francia y Alemania fueron los primeros en vulnerar los criterios del pacto de Estabilidad en 2004», sobrecargando irresponsablemente de deudas a la siguiente generación.

Alemania «no puede hacerlo sola»

Ambos ministros recalcaron en este sentido que la UE sería ante todo «una comunidad de valores» y, si varios ponentes destacaron la función motora de Alemania, también recordaron que ésta «no puede hacerlo sola». Los cambios políticos en el mundo árabe y económicos en Latinoamérica deberían abrir nuevas vías de cooperación estratégica entre Alemania y España, destacaron los ministros, «a Europa le interesa tener vecinos democráticos y estables», dijo la española.

El ex presidente del parlamento europeo y hoy de la Fundación Adenauer, Hans Pöttering, pidió una mayor contribución de la UE en la democratización y seguridad en el Mediterráneo y el Cercano Oriente, y Westerwelle destacó que el motivo de las revueltas no habría sido «sólo por democracia y derechos sino también por motivos economicos y en nombre de sus oportunidades de futuro» y recordó a socios «hasta ahora minusvalorados» como Brasil y Turquía. Isabel Tocino habló de una «década de tsunamis», desde el boom de Internet al islamista y pasando por la catástrofe japonesa, financiera y la presente primavera árabe y reconoció la «autoridad ganada» por Alemania para seguir siendo el motor de la UE en los nuevos tiempos.

En el foro convocado ante el lago de Wannsee, en las afueras de la capital alemana, intervienen asimismo en estos dos días el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, la ministra española de Ciencia, el miembro del consejo del Banco Central Europeo González-Páramo, los ex presidentes del parlamento europeo Pöttering y Barón, los presidentes de Siemens, BBVA, Airbus y de la Cámara Internacional de Comercio en Alemania, el eurodiputado Iñigo Méndez de Vigo, el miembro del consejo de Deutsche Bank, Jürgen Fitschen, el consejero delegado de Prisa, el ex ministro de Hacienda Steinbrück, el director de Política Exterior Darí Valcárcel y del Instituto para la Economía Mundial Thomas Straubhaar, entre casi dos centenares de invitados.